Es curioso como una persona que no conoces de nada se hace un hueco en tu vida. Que pasas de comentar lo guapo que está ese verano y a hacer preguntas vanas sobre su vida a sonreír como una idiota cada vez que te habla. No dependes de él, porque ya aprendiste que depender de alguien hace que te pierdas irremediablemente, que toques fondo y un poco más allá también, simplemente te gusta como te hace sentir, te mueve cosas por dentro que hace mucho que estaban petrificadas, a pesar de que sea un borde. Pero llega el momento en el que te das cuenta, tras mucho pensarlo y darle vueltas, de que has de decirlo en voz alta, que te lo has de sacar de la cabeza porque nada va a ningún lado, porque es eso lo que es, nada. Así que pides ayuda y miras hacia todos los lados intentando encontrar una brecha por la que colarte y huir, pero no ves nada. Así que toca coger el pico y la pala pequeña, que de peores hemos salido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario