Estrella Polar

Volvieron las ganas de volar, de abrir la ventana y gritar mientras una sonrisa se agranda en mi cara. A pesar de la lluvia, del frío, de la distancia que me queda por recorrer, a pesar de ti y sobre todo a pesar de mi misma.

Ha vuelto esa llama que me calentaba el corazón y que se apagó de golpe hace tiempo, volaron hasta las cenizas dejando una marca negra y permanente. En su lugar se formó hielo, una capa fría y consistente que se tragaba cualquier resquicio de luz y calor.

Pero la llama ha estallado, ha abierto un boquete en el frio, de golpe, haciendo saltar astillas por doquier y ha colgado un cartel en el que se lee: Inténtalo, pero recuerda que los fénix renacen.

Todo lo que merezcas

A veces tengo la sensación de haber perdido la capacidad de plasmar por escrito lo que me recorre por dentro. Hace años que no escribo de manera recurrente, es como si ya no lo necesitara, pero no es verdad, 

Es como si me hubiera ido haciendo pequeña por dentro, poco a poco, pero a pasos agigantados a la vez. Me he sumergido en un standby que me aterra pero que me mece en una ansiedad permanente que me agarra y no me deja ir, oprimiéndome cada vez que intento salir de ella.

Todo esto me hace encerrarme en mi misma, no es que sea distante, es que pongo barreras para evitarme más dolor. No lo puedo evitar. Pisoteo cualquier expectativa en cuanto noto que doy más de lo que recibo y eso lo hace todo más fácil y difícil a la vez.