jueves, 16 de septiembre de 2021

Still Young

 La ansiedad había decidido quedarse. Plantó la tienda de campaña en mi garganta y se dedicaba a hacer rappel por mi espina dorsal.

Las dudas me llenaban la boca y la tristeza se apoderó de todo lo que encontró a su paso. Pero cogí la maleta y me fui, porque era lo que tocaba, aunque no me apeteciera realmente.

Y menos mal que lo hice. A pesar de seguir notando que me ahogaba en algunos momentos, la calma empezó a invadirme sin que me diera cuenta. Las situaciones que antes se me hacían complicadas, no lo eran en absoluto, y relacionarme me resultaba más fácil.

Pero fue al volver, cuando me di cuenta de que algo había cambiado. Ya no me cuesta tanto levantarme por las mañanas, sonrío, me rio a carcajadas y la presión del pecho casi me deja respirar hondo.

Abrí la ventana y la luz hizo magia. Ojalá dure mucho. Ojalá se quede. A pesar de todo. A pesar de mi.