miércoles, 2 de diciembre de 2015

Sé feliz

Las películas con un argumento pasteloso y tópico, de esas que sabes desde que lees el primer nombre de un actor que va a terminar así. Y ciertamente. Cuando salen los créditos finales te gustaría que hubiera alguien al lado para decirle: ¿lo ves? te lo dije. Pero no hay nadie. Nunca hay nadie.
¿Soy la única a la que le gustan las películas sobre la Navidad? Y que lo mejor de ellas sea que las empiecen a dar dos meses antes. Dos meses viendo películas sobre familias felices abriendo regalos, con enamorados como argumento principal en todas y nieve. Siempre hay nieve. Y la misma sensación de vacío al recordar que desde hace casi dos años hay un hueco en mi mesa, que mis Navidades ya nunca serán las mismas y que esos finales son una mierda, que no se los cree nadie, pero siempre es bonito imaginar que sí.

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