Lo nuestro fue cosa de principio. Un principio eterno ahora parece estancado. Y estoy enfadada contigo porque me tienes colgando de un hilo y sé que en cualquier momento lo puedes soltar dejándome de puntillas sobre el infinito, agarrándome a una hebra de todo lo que hemos vivido, al borde de tus pantalones, intentando escalar para ponerme en la misma posición en la que he estado desde hace dos años y siete meses. Y estoy enfadada con el mundo por hacerme sentir así. Y con él. Y conmigo.
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