domingo, 12 de febrero de 2012

VIÐAR VEL TL LOFTÁRASA

"Quería escribir y no me acordaba de cómo se hacía. Bueno, teclear sabemos todos y de sintaxis no voy nada mal... Pero la cuestión es que no sabía de que escribir, nada me inspiraba. Y así durante días. Días presos por las cadenas de la rutina pero con momentos fugaces en forma de cafés, risas y charlas sin sentido. Días en los que han pasado cosas y días en los que las cosas recordaban el pasado. Días diferentes y días totalmente iguales, tan iguales que costaba distinguirlos y ponerles un punto final. Días de matarse a estudiar y días de no hacer absolutamente nada. Días de congelarse de frío y días de abrigarse hasta el alma. De silencios y de palabras. Alegres y tristes. Serios y sonrientes. De bromas pesadas y pesados. De amigos y de falsos pasándose por amigos. De tantos y de tontos. De gente a la que matarías y gente por la que matarías, o casi. De sentirme triste por mi, de sentir pena por los demás. De preocuparme por los que valen oro y despreocuparme por los que no valen nada. De tirar bolsas de ansiedad y miles de defectos por la ventana. De esperar a mañana para hacer lo que debía hacer antes de ayer. De reír cuando deseo llorar y de llorar de felicidad. De chistes fáciles y de fáciles que van de chiste. De exámenes por debajo del 5 y exámenes de 5+5. De sol por la ventana y de ventanas blancas de frío y niebla. De salir al patio a fumar, de fumarme el patio y alguna clase más. De llegar a casa cansada sabiendo que hay que trabajar aún más y de echarme la siesta y dejarlo para más tarde. De viernes y sábados frenéticos y domingos depresivos. De "hoy quiero hacer sonreír a los demás" y de "que alguien me haga sonreír, por favor". De abrazos confortables y de brazos que quieren enrroscarse en el cuello. De dibujos en horas de filosofía y de filosofía mientras dibujo. De dormir en clase y pensar "cuando llegue a casa duermo" y llegar a casa y no poder dormir.

De días que parecen noches y noches que parecen días. De horas que parecen minutos y minutos que se vuelven días. De viajar en el tiempo imaginando que es viernes y vivir en un puto lunes. De "¡qué lenta se pasa la semana" y de "cómo se ha ido el finde..."

De miradas eternas y de ojos que no se encuentran. De ignorancia y de máxima atención. De perseguirte con la mirada y de exiliarte de mi mundo. De gritarte sin motivos, de que me dañes con motivos. De esperar y no encontrar nada y de no esperar y encontrarlo todo. De ser aliada del tiempo y contar los minutos que quedaban para estar contigo y de que el tiempo se fugara con otra y te llevara consigo. De suplicarle al destino que te ponga siempre en mi camino y de rogarme a mi misma que te eche a los leones del olvido. De ponerme guapa sabiendo que, quizás, pueda verte y de mirarme y no importar como salga de casa.

Días... pocos o muchos días, aburridos, divertidos, eternos, efímeros.

Tiempo en su totalidad, una ínfima parte de mi pequeña eternidad."

Y sentirte identificada con el 90% de unas palabras que no has escrito tu...

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